Las organizaciones vitivinícolas española, francesa e italiana han puesto de manifiesto las dificultades que nuestro sector ha sufrido en los últimos años y que le han llevado a una grave situación. Se trata tanto de problemas coyunturales como estructurales que afectan al sector en todos sus eslabones y que tiene su origen en varios factores: la reducción del consumo a nivel internacional, la influencia de los movimientos antialcohol en las políticas públicas, el impacto del cambio climático y la sucesión de crisis económicas y sanitarias de los últimos años.
Más allá de las medidas económicas, que son necesarias e importantes para garantizar la supervivencia y sostenibilidad de nuestro sector vitivinícola y de los cientos de miles de personas que de él viven, se debe adecuar las herramientas de que se disponen para hacer frente a los retos que se avecinan. En concreto, las organizaciones reclaman:
- Un presupuesto reforzado y flexible para apoyar la competitividad y los cambios del sector.
- Herramientas dotadas de mecanismos flexibles y ágiles para gestionar la inestabilidad de mercados. Un apoyo real en materia de política de promoción para recuperar a nuestros consumidores, implementando mejoras concretas en el acceso, la ejecución y la justificación de las medidas de promoción del vino con fondos europeos.
- Medidas para responder a los desafíos del cambio climático tanto en la investigación para su prevención y adaptación del sector como en las ayudas por sus consecuencias en los viñedos
Por ello, se pide a los Estados miembros y a los eurodiputados recién elegidos que apoyen al sector vitivinícola europeo y estar prioritariamente en su agenda. Como próximos pasos, las organizaciones participantes van a trabajan en un documento conjunto que recoja todas las medidas y peticiones que reclaman para garantizar la sostenibilidad del sector en los tres países. Además, piden participar en todos los trabajos del grupo de alto nivel que se reunirá este otoño ya que consideran que la participación de los profesionales en estas reuniones es necesaria para encontrar soluciones pragmáticas que respondan a las necesidades del sector. “El vino es un producto con gran peso en la economía y forma parte del patrimonio sociocultural de la Unión Europea. Nuestro sector necesita un firme apoyo para fortalecerse y reinventarse con una normativa realista y un calendario operativo, que permita la aplicación de soluciones. Las asociaciones participantes en la reunión se han mostrado optimistas con el hecho de trabajar unidas para revertir la difícil situación del sector y cuentan con la respuesta firme y el apoyo de las instituciones europeas. La Unión Europea es el principal productor de vino del mundo, representando el 45% de la superficie de viñedo del mundo.
Este sector de alto valor añadido es vital para muchas regiones rurales europeas, generando millones de puestos de trabajo y contribuyendo significativamente a la balanza comercial de la UE.” Las organizaciones participantes en la reunión han sido: – Por España: la Asociación Empresarial Vinos de España (AEVE), la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Cooperativas Agro-Alimentarias de España, la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la Federación Española del Vino (FEV), la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). – Por Francia: Confédération Nationale des producteurs de vins et eaux de vie de vin à Appellations d’Origine Contrôlées (CNAOC), La Coopération Agricole – Vignerons Coopérateurs de France (VCF), Vignerons Indépendants de France(VIF), Fédération Nationale des exploitants agricoles (FNSEA). – Por Italia: Alleanza delle cooperative italiane agroalimentari, Assoenologi, CIA, Coldiretti, Confagricoltura, Copagri, Federdoc, Federvini, FIVI e Unione Italiana Vini.